jueves, 28 de agosto de 2008

juegos nocturnos

¿A dónde quieres ir hoy campeón? ¿A la ventana? Jajá si seguro que si
Muchas personas que me ven sienten lastima por mi, y yo por ellas, ellas podrán caminar y moverse libremente sin depender del resto pero seguro nadie de ellos ha jugado con los duendes en la noche.

Así es soy paralítico un accidente cuando era pequeño me dejo postrado apenas y puedo mover medio medio la cabeza no puedo hablar, por lo que mis padres que cuidan de mi es difícil saber cuando tengo hambre o frió.
La vida nunca es fácil.


Una noche mamá y papá salieron y me dejaron a la ventana para ver como siempre solo que esta vez tardaron más de lo que acostumbraban, la noche empezaba a caer y yo veía el ajetreo de la ciudad al ponerse el sol. De repente todo esta oscuro ya y no se ve mayor cosa uno que otro auto pasando muy despacio cada hora más o menos, pero entonces ¿qué era eso? ¿Acaso vi una sombra? No puede ser es muy tarde y paso muy rápido como para que sea alguien ¿verdad? Paso un rato y empezaba a tener sueño casi estaba dormido cuando oí algo; parecían niños, niños jugando. Entonces haciendo un esfuerzo trataba de distinguir las sombras que veía en el techo de enfrente ¿pero como podían niños jugar a esas horas? Entonces algo insólito ocurrió uno de ellos se percato que yo estaba ahí, quería escapar pero mi parálisis no me dejo moverme.

Luego calma de nuevo se han ido y yo que quiero seguir viéndolos jugar entonces un ruido atrás mió ¿papá?, solo oí una voz que me decía: “levántate vamos a jugar ¿no puedes? Pero eso no importa ya”. Entonces extraña silueta se para a mi lado para que pueda verla parecía una niña pero era una deuendesita que tenia algo en su mano me esforzaba para mover mi cabeza y ver que traía tan extraña visitante, puso su mano en mi rostro y colgó el amuleto que traía en su mano en mi cuello y me dijo “ahora ya puedes venir conmigo, inténtalo” entonces me moví por primera vez en 15 años me movía no soporte la emoción y mis lagrimas rodaban por mis mejillas mientras agradecía a la pequeña por un don tan maravilloso que se me otorgaba y me dijo con tono triste “esto solo te servirá para ir a jugar conmigo y solo por esta vez” yo le respondí que lo entendía pero que aun así me encantaba. Me sonrió tomo mi mano y salimos del cuarto volando hasta el techo de enfrente entonces mas duendes aparecieron todos con festivo saludo y un abrazo sincero me daban la bienvenida, yo no podía creer lo feliz que estaba.
Jugamos durante horas dando brincos gigantescos por toda la ciudad pasando de tejado en tejado viendo como la ciudad dormía mientras nosotros nos divertíamos, pero todo lo bueno termina y aquella duendesita me dice “es tiempo de volver” entristezco pero mi rostro sigue esbozando una extensa sonrisa.
De vuelta a casa veo las siluetas como se alejas poco a poco dejo de oír sus risas de nuevo no puedo moverme y sonriendo me despido de ellos. Un ruido y una voz “he campeón lo lamento tuvimos una llanta pinchada cuando regresábamos, debes tener frió” era papá “que feliz te veo hoy, ¿que has visto? ¿Acaso la vecina de enfrente?”
La mayor aventura de mi vida y jamás se lo contare………
Desde entonces me llevan a la ventana mas seguido y a veces al anochecer escucho sus risas y a aquella duendesita gritando mi nombre y saludando.

No hay comentarios: