jueves, 28 de agosto de 2008

Manifiesto

La necesidad de mentir:

Desde un principio nació la necesidad de comunicarse, de hablar, la palabra y con ello la necesidad de mentir.
Desde que somos pequeños la vida nos enseña a ocultar y transformar la verdad a nuestra conveniencia pensando únicamente en nuestro bienestar dado que por naturaleza somos egoístas, esto más que una forma de salvarnos llega como un impulso casi animal.
Cuando pequeños mentimos para no tener problemas con los padres, conforme vamos creciendo esto se convierte en la necesidad de impresionar al resto dando rienda suelta a nuestra imaginación y metiéndonos en más problemas de los q necesitamos; a veces mentimos para safarnos de algún compromiso sea este el matrimonio de la prima, bautizo del sobrino, cena con la suegra, o lo que sea, llamándolas mentirillas blancas que no dejan de ser mentiras, ponemos pretextos de estar enfermos, tener mucho trabajo de la oficina y de más cuando la verdad es que solo no tenemos ganas de hacerlo.
La mentira es tan cotidiana que la vida sería más difícil de no tenerla, existirían muchos más divorcios o menos matrimonios por preguntas como “¿después de todos estos años aun te parezco atractiva?” o si no “¿quieres conocer a mis padres?” si la sinceridad brotara de nosotros otro mundo sería el que tendríamos.
Les invito a reflexionar e imaginen un mundo sin mentiras ¿Cómo se darían las campañas electorales? ¿O como nos excusaríamos cuando no hemos hecho un trabajo? O ¿las vanidosas estarían destinadas a decir q esa no es su primera nariz, o q esas atribuciones no son por gracia divina si no gracia medica? Y ¿como se daría el cortejo? ¿Como conquistar a una dama sin poderle decir lo que quiere oír? O por ejemplo la pregunta de todo niño que hace subir los colores al rostro de los padres ¿de donde salen los bebes? Imagínense ahora donde estaríamos en un mundo sin mentiras.
No mal interpreten mis palabras no trato de defender las mentiras ni mucho menos solo quiero hacerles ver la verdad que hay en las mentiras.
Las personas pueden dar mil excusas por aquello de las mentiras, que las usan para no quedar mal, evitarse vergüenzas, o por que son muy inseguras lo cual no son más que otra sarta de mentiras que las usan esta vez para engañarse a si mismo y convencerse de que no son tan malos ni mentirosos.
Si es verdad no se podría vivir sin las mentiras pero ¿podríamos tratar de omitirlas lo más posible? ¿Cuan acostumbrados están a mentir? Los invito a ver sus miles de mentiras diarias que las dicen y hacen sin darse cuanta por ejemplo: al llegar a casa y sea quien sea que los reciba esposa, esposo, madre, hijos o lo q sea y preguntan “¿Cómo te fue hoy?” tu por evitar una larga conversación o explicaciones innecesarias o tediosas por la excusa de estar cansado o cansada dices casi con una perfecta sinceridad “bien normal, como siempre” a veces nos quejamos de no tener conversaciones con las personas que vivimos, pero ¿como hacer eso si no somos sinceros?.
Les guste o no somos mentirosos por el simple hecho de vivir en sociedad pero no debemos mentir para vivir para ello están ya los políticos y abogados, que las mentiras en más de una ocasión nos salva el cuello es verdad pero en vez de ponernos en ese plan tratemos de ser sinceros y afrontar las consecuencias de nuestros actos lo cual aunque duela ¿no seria más justo?
La mentira no dejará de existir imposible seria pedir eso los niños mienten para no ir a la escuela los, adolescentes para tener más permiso los, jóvenes para quedar bien con los demás, los adultos para ganarse la vida en algunas ocasiones y lo ancianos para pasar por más jóvenes, no importa a quien mintamos, a los profes, a los padres amigos, conocidos, o a nosotros mismos vivimos en un mundo en el cual la mentira es parte de nuestro habitad así como las lagartijas dejan su cola para salvar sus vidas nosotros dejamos la verdad para salvarnos de nuestra realidad.



A los que se han dado el tiempo de leer esto verán que es un texto muy conservador exactamente lo opuesto a mi por q lo he escrito como alguien q no soy por lo que todo es una mentira

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